En el alma, pues, hay una lucha continua entre el bien y el mal. En cierta edad, en los años del desarrollo, esta lucha es extremadamente ruda; más tarde se atenúa un poco; pero nunca podemos decir que ya ha llegado a su fin.
¿Quién lucha en nosotros y contra quién?
Apenas tenías cinco o seis años, y ya sentiste los primeros movimientos del enemigo. Sentiste algo en ti que te empujaba hacia el mal. Un peso de plomo, que te hundiría en el abismo, sin fondo, de la ruina moral. Una terrible herencia, que nuestra religión cuenta entre las consecuencias del pecado original y le llama: inclinación al mal.
Esto, hijo amado, es conveniente que lo sepas. Debes saber que, por su naturaleza, el hombre se inclina más al mal que al bien. Esto lo conoces de sobra por tu propia experiencia.
¡Cuántos obstáculos se levantan en el camino de la formación ideal de nuestro carácter! Conocemos aquellos ideales sublimes que Nuestro Señor Jesucristo fijó a la vida humana, y por lo tanto también a mi propia vida; sentimos entusiasmo por sus divinas enseñanzas, quisiéramos vivir según ellas…
Pero, ¡ay…! Observo al mismo tiempo dentro de mí un persistente choque, trágico y pavoroso. El bien agrada; pero el pecado tiene aún más incentivos. La vida ideal me atrae hacia las alturas, pero el pecado tira hacia abajo. Me gustaría subir volando a las cimas nevadas de la vida ideal, pero la tentación del pecado ya me abruma con peso de plomo. Dime, hijo, ¿nunca tal vez has visto en ti esta gran lucha, este combate, esta guerra sin cuartel, que un niño de primera enseñanza, en su lenguaje ingenuo expresó de esta manera?: “¿Cómo es tan bueno el ser malo, y tan malo el ser bueno?”.
Pues bien, hijo mío, el que en esto triunfa, es un joven heroico.
¿O es que hay jóvenes no heroicos? Por desgracia ¡los hay! Y, ¡cuántos! Va un estudiante por la calle y el otro le pincha… ya le levanta el puño y empieza la riña: no es héroe; sólo aquel que sabe refrenar su naturaleza, sus malas inclinaciones, es héroe.
Es héroe quien vuelve la espalda, si al ir por la calle choca su mirada con un anuncio de mal gusto o con un cuadro inmoral de alguna vitrina.
Si has ofendido a alguien, ¿sabes pedirle perdón inmediatamente? Es heroísmo muchas veces.
Por más que te seduzca el pecado, ¿sabes permanecer firme en el honor? ¡Esto es heroísmo!
(Mons. Tihamér Tóth, “El Joven de Carácter”, Nueva Edición, 2009)
martes, 28 de agosto de 2012
domingo, 26 de agosto de 2012
"SENOR, ¿A QUIEN IREMOS? TU TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA"
Evangelio según San Juan 6,60-69.
Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?".
Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza?
¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes?
El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida.
Pero hay entre ustedes algunos que no creen". En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.
Y agregó: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede".
Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo.
Jesús preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren irse?".
Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna.
Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios".
Leer el comentario del Evangelio por :
San [Padre] Pio de Pietrelcina (1887-1968), capuchino
Epistolario 3, 980; GF, 196s
«Tú tienes palabras de vida eterna»
Ten paciencia y persevera en la práctica de la meditación. Al principio conténtate con no adelantar sino a pasos pequeños. Más adelante tendrás piernas que no desearán sino correr, mejor aún, alas para volar.
Conténtate con obedecer. No es nunca fácil, pero es a Dios a quien hemos escogido. Acepta no ser sino una pequeña abeja en el nido de la colmena; muy pronto llegarás a ser una de estas grandes obreras hábiles para la fabricación de la miel. Permanece siempre delante de Dios y de los hombres, humilde en el amor. Entonces el Señor te hablará en verdad y te enriquecerá con sus dones.
Ocurre a menudo que las abejas, al atravesar los prados, recorren grandes distancias antes de llegar a las flores que han escogido; seguidamente, fatigadas pero satisfechas y cargadas de polen, vuelven a entrar en la colmena para realizar allí la transformación silenciosa, pero fecunda, del néctar de las flores en néctar de vida. Haz tú lo mismo: después de escuchar la Palabra, medítala atentamente, examina los diversos elementos que contiene, busca su significado profundo. Entonces se te hará clara y luminosa; tendrá el poder de transformar tus inclinaciones naturales en una pura elevación del espíritu; y tu corazón estará cada vez más estrechamente unido al corazón de Cristo.
Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: "¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?".
Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: "¿Esto los escandaliza?
¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes?
El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida.
Pero hay entre ustedes algunos que no creen". En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.
Y agregó: "Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede".
Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo.
Jesús preguntó entonces a los Doce: "¿También ustedes quieren irse?".
Simón Pedro le respondió: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna.
Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios".
Leer el comentario del Evangelio por :
San [Padre] Pio de Pietrelcina (1887-1968), capuchino
Epistolario 3, 980; GF, 196s
«Tú tienes palabras de vida eterna»
Ten paciencia y persevera en la práctica de la meditación. Al principio conténtate con no adelantar sino a pasos pequeños. Más adelante tendrás piernas que no desearán sino correr, mejor aún, alas para volar.
Conténtate con obedecer. No es nunca fácil, pero es a Dios a quien hemos escogido. Acepta no ser sino una pequeña abeja en el nido de la colmena; muy pronto llegarás a ser una de estas grandes obreras hábiles para la fabricación de la miel. Permanece siempre delante de Dios y de los hombres, humilde en el amor. Entonces el Señor te hablará en verdad y te enriquecerá con sus dones.
Ocurre a menudo que las abejas, al atravesar los prados, recorren grandes distancias antes de llegar a las flores que han escogido; seguidamente, fatigadas pero satisfechas y cargadas de polen, vuelven a entrar en la colmena para realizar allí la transformación silenciosa, pero fecunda, del néctar de las flores en néctar de vida. Haz tú lo mismo: después de escuchar la Palabra, medítala atentamente, examina los diversos elementos que contiene, busca su significado profundo. Entonces se te hará clara y luminosa; tendrá el poder de transformar tus inclinaciones naturales en una pura elevación del espíritu; y tu corazón estará cada vez más estrechamente unido al corazón de Cristo.
viernes, 24 de agosto de 2012
EL ROSARIO.......SON COSAS DE MAMA....!!!!!!
Se cuenta que San Pedro, muy preocupado al notar la presencia de algunas almas a las cuales no recordaba haberlas hecho pasar al cielo, se puso a investigar y encontró un lugar por donde entraban.
...Fue entonces ante el Señor y le dijo:
-JESÚS, HABIENDO OBSERVADO QUE HAY AQUÍ ALGUNAS ALMAS A LAS QUE NO RECUERDO HABERLES ABIERTO LAS PUERTAS PARA QUE ENTRARAN A GOZAR DE LA ETERNA FELICIDAD, HICE ALGUNAS INVESTIGACIONES Y HALLÉ UN HUECO POR DONDE ENTRAN. YO QUISIERA QUE LO VIERAS...
Aceptó Jesús acompañarlo y vió que del hoyo descubierto colgaba hacia la Tierra un inmenso Rosario por donde constamente subian muchas. Alarmado le dijo San Pedro: -CREO, SENOR, QUE DEBEMOS CERRAR ESA ENTRADA DE....... -NO,NO , le respondio Jesus, DEJALO ASI!......ESAS SON COSAS DE MAMA.....!!!!!!!
"VEN Y VERAS" SAN JUAN 1,45-51
Evangelio según San Juan 1,45-51.
Catacumbas de Sta. Tecla, bajo la ciudad de Roma
Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret".
Natanael le preguntó: "¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?". "Ven y verás", le dijo Felipe.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez".
"¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".
Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas más grandes todavía".
Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".
Comentario del
Papa Benedicto XVI
Audiencia general del 4•10•06
“Ven y verás”: el apóstol Bartolomé – Natanael encuentra al Hijo de Dios
Tradicionalmente, el apóstol Bartolomé se identifica con Natanael. Este Natanael venía de Caná (Jn 21,2) y es pues, probable, que haya sido testigo del gran signo que Jesús hizo en este lugar (Jn 2, 1-11). La identificación de los dos personajes viene, probablemente, motivada por el hecho de que este Natanael, en la escena de la llamada que narra el evangelio de Juan, se encuentra al lado de Felipe, es decir, en el lugar que ocupa Bartolomé en las listas de los apóstoles que nos han dejado los otros evangelios.
A este Natanael, Felipe le había contado cómo habían encontrado “a aquél de quien hablan la ley de Moisés y los profetas: a Jesús, hijo de José, de Nazaret”. Como sabemos, Natanel le opone un prejuicio muy rápido: “¡De Nazaret! ¿Puede salir de allí algo bueno?” Esta especie de respuesta es, a su manera, importante para nosotros. En efecto, nos hace ver como, según las esperanzas judías, el Mesías no podía venir de un pueblo tan poco importante como Nazaret (cf Jn 7, 42). Pero al mismo tiempo, pone en evidencia la libertad de Dios, que sorprende nuestras expectativas haciendo que le encontremos, precisamente, allí donde de ninguna manera le esperamos. Por otro lado, sabemos que Jesús no era, en realidad, exclusivamente “de Nazaret” sino que había nacido en Belén y que, al fin y al cabo, venía del cielo, del Padre que está en los cielos.
La historia de Natanael nos sugiere otra reflexión: en nuestra relación con Jesús no debemos contentarnos tan solo con palabras. En su respuesta, Felipe dirige a Natanael una invitación importante: “¡Ven y verás!”. Nuestro conocimiento de Jesús tiene necesidad, sobre todo, de una experiencia viva. Ciertamente es importante el testimonio de otro, pero, normalmente, toda nuestra vida cristiana comienza por el anuncio que nos llega gracias a uno o varios testimonios, más, enseguida, somos nosotros mismos quienes debemos estar personalmente implicados en una relación íntima y profunda con Jesús.
San Bartolome
Catacumbas de Sta. Tecla, bajo la ciudad de Roma
Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Hemos hallado a aquel de quien se habla en la Ley de Moisés y en los Profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret".
Natanael le preguntó: "¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?". "Ven y verás", le dijo Felipe.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: "Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez".
"¿De dónde me conoces?", le preguntó Natanael. Jesús le respondió: "Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera".
Natanael le respondió: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".
Jesús continuó: "Porque te dije: 'Te vi debajo de la higuera', crees . Verás cosas más grandes todavía".
Y agregó: "Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".
Comentario del
Papa Benedicto XVI
Audiencia general del 4•10•06
“Ven y verás”: el apóstol Bartolomé – Natanael encuentra al Hijo de Dios
Tradicionalmente, el apóstol Bartolomé se identifica con Natanael. Este Natanael venía de Caná (Jn 21,2) y es pues, probable, que haya sido testigo del gran signo que Jesús hizo en este lugar (Jn 2, 1-11). La identificación de los dos personajes viene, probablemente, motivada por el hecho de que este Natanael, en la escena de la llamada que narra el evangelio de Juan, se encuentra al lado de Felipe, es decir, en el lugar que ocupa Bartolomé en las listas de los apóstoles que nos han dejado los otros evangelios.
A este Natanael, Felipe le había contado cómo habían encontrado “a aquél de quien hablan la ley de Moisés y los profetas: a Jesús, hijo de José, de Nazaret”. Como sabemos, Natanel le opone un prejuicio muy rápido: “¡De Nazaret! ¿Puede salir de allí algo bueno?” Esta especie de respuesta es, a su manera, importante para nosotros. En efecto, nos hace ver como, según las esperanzas judías, el Mesías no podía venir de un pueblo tan poco importante como Nazaret (cf Jn 7, 42). Pero al mismo tiempo, pone en evidencia la libertad de Dios, que sorprende nuestras expectativas haciendo que le encontremos, precisamente, allí donde de ninguna manera le esperamos. Por otro lado, sabemos que Jesús no era, en realidad, exclusivamente “de Nazaret” sino que había nacido en Belén y que, al fin y al cabo, venía del cielo, del Padre que está en los cielos.
La historia de Natanael nos sugiere otra reflexión: en nuestra relación con Jesús no debemos contentarnos tan solo con palabras. En su respuesta, Felipe dirige a Natanael una invitación importante: “¡Ven y verás!”. Nuestro conocimiento de Jesús tiene necesidad, sobre todo, de una experiencia viva. Ciertamente es importante el testimonio de otro, pero, normalmente, toda nuestra vida cristiana comienza por el anuncio que nos llega gracias a uno o varios testimonios, más, enseguida, somos nosotros mismos quienes debemos estar personalmente implicados en una relación íntima y profunda con Jesús.
viernes, 17 de agosto de 2012
VIDA ESPIRITUAL: RESPIRACION ESPIRITUAL
Cada dia puede ser una gran aventura para el Cristiano que conoce la realidad de ser lleno del Espíritu Santo y vivir constantemente, momento a momento, bajo Su control. La Biblia nos dice que hay tres clases de personas:
1. El Hombre Natural
(Aquél que no ha recibido a Cristo)
"El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías. No las puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente" (I Corintios 2:14).
2. El Hombre Espiritual
(Aquél que es controlado y capacitado por el Espíritu Santo)
"Pero la persona que tiene el Espíritu puede juzgar todas las cosas ..." (I Corintios 2:15).
3. El Hombre Carnal
(Aquel que ha recibido a Cristo pero que vive en derrota porque confía en sus propios esfuerzos para vivirla vida cristiana)
"Con todo, hermanos, no pude hablarles entonces como a gente guiada por el Espíritu, sino como a personas puramente humanas, como a niños en cuanto a las cosas de Cristo. Les di enseñanza sencilla, como a un niño de pecho se le da leche en vez de comida fuerte; porque ustedes todavía no podían digerir la comida fuerte. Pero ni siquiera pueden digerirla ahora porque todavía son puramente humanos. Mientras tienen envidias, discordias y divisiones, son puramente humanos y están haciendo lo que toda la gente hace" (I Corintios 3:1-3).
Los siguientes son cuatro principios para vivir una vida llena del Espíritu.
1. Dios ha provisto para nosotros vida llena y abundante.
Jesús dijo: "Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia" (San Juan 10:10)
"Yo soy la planta, y ustedes son las ramas. El que sigue unido a mi, y yo unido a mi, da mucho fruto; pues no pueden ustedes hacer nada sin mi" (San Juan 15:5)
"Pero lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio No hay ninguna ley en contra de cosas como éstas" (Gálatas 5:22,23)
"Pero al venir el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y saldrán para
hablar de mi, tanto en Jerusalén como en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas del mundo" (Hechos 1:8).
El Hombre Espiritual - Algunas características personales que resultan de confiar en Dios:
El grado en que estas características se manifiestan en la conducta está en proporción directa a confiarle al Señor cada detalle de la vida, y de la madurez en Cristo. Una persona que está empezando a entender el ministerio del Espíritu Santo, no debe desanimarse porque no muestra tanto fruto en su vida como los cristianos maduros que han conocido y experimentado esta verdad por largo tiempo.
¿Por qué la mayoría de los cristianos no están experimentando la vida en abundancia?
2. Los Cristianos carnales no pueden experimentar una vida llena y abundante
El hombre carnal confía en sus propios esfuerzos para vivir la vida cristiana:
1.Desconoce o ha olvidado el amor de Dios, su perdón y poder (Romanos 5 8-10; Hebreos 10:1-25; 1 Juan 1;2:1-3, II Pedro 1:9; Hechos 1:8).
2.Experimenta "altibajos".
3.Tiene dificultad para comprenderse a sí mismo; desea hacer lo bueno pero no puede.
4.No descansa en el poder del Espíritu Santo para vivir la vida cristiana.
(I Corintios 3:1-3; Romanos 7:15-24; 8:7, Gálatas 5:16-18).
El Hombre Carnal - Algunas o todas las siguientes fallas pueden caracterizar al cristiano que no confía plenamente en Dios:
(El Individuo que profesa ser cristiano pero que continúa practicando el pecado, debe darse cuenta que tal vez no sea cristiano en lo absoluto, de acuerdo a I Juan 2:3; 3:6-9; Efesios 5:5).
La tercera verdad nos da la única solución a este problema . . .
3. Jesucristo prometio vida llena y abundante como resultado de ser lleno (controlado y capacitado) por el Espíritu Santo.
La vida llena del Espíritu es la vida controlada por Cristo, en la cual El vive Su vida en y a través de nosotros en el poder del Espíritu Santo (San Juan 15).
1.De acuerdo a San Juan 3:1-8, uno llegó a ser cristiano por medio del ministerio del Espíritu Santo. Desde el momento del nacimiento espiritual, el cristiano es habitado por el Espíritu Santo en todo momento (San Juan 1:12; Colosenses 2:9,10; San Juan 14:16,17). Aunque todos los cristianos son habitados por el Espíritu Santo, no todos son llenos (controlados y capacitados) por el Espíritu Santo.
2.El Espíritu Santo es la fuente de la vida abundante (San Juan 7:37-39).
3.El Espíritu Santo vino a glorificar a Cristo (San Juan 16:1-15). Cuando una persona es llena del Espíritu Santo, también glorificará a Cristo.
4.En Su último mandato, el Señor Jesucristo prometió que el Espíritu Santo nos capacitaría para serle testigos con poder (Hechos 1:1-9).
Entonces, ¿cómo puede uno ser lleno del Espíritu Santo?
4. Somos llenos (controlados y capacitados) del Espíritu Santo por fe. Solo asi podemos experimentar la vida llena y abundante que Cristo prometio para cada Cristiano.
Usted puede apropiarse la llenura del Espíritu Santo, ahora mismo, si usted:
1.Desea sinceramente ser controlado y capacitado por el Espíritu Santo (San Mateo 5:6; San Juan 7:37-39).
2.Confiesa sus pecados. Por fe da gracias a Dios que El ha perdonado todos sus pecados - pasados, presentes y futuros- porque Cristo murió por usted (Colosenses 2:13-15; I Juan 1:2:1-3; Hechos 10:1-17).
3.Entrega cada aspecto de su vida a Dios (Romanos 12:1,2)
4.Por fe pide ser lleno del Espíritu Santo, de acuerdo a:
1.SU ORDEN - Sean llenos del Espíritu Santo."No se emborrachen, pues eso lleva a la perdición; al contrario, sean llenos del Espíritu Santo" (Efesios S:18).
2.SU PROMESA - Dios siempre responde cuando oramos conforme a Su voluntad. "Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, El nos oye. Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido" (I Juan 5: 14,15).
La fe puede ser expresada a través de la oración.
Como orar en fe para ser lleno del Espíritu Santo
Somos llenos del Espíritu Santo por fe solamente. La oración verdadera es una forma de expresar su fe. La siguiente oración se sugiere como guía:
"Padre mío, yo te necesito. Me doy cuenta que he estado controlando mi propia vida, y como resultado he pecado contra Ti. Te doy gracias que Tú has perdonado mis pecados porque Cristo murió en la cruz por mi. Ahora le pido a Cristo que tome nuevamente el control del trono de mi vida. Lléname con tu Espíritu Santo como me ordenaste que lo estuviera y como prometiste en tu Palabra que lo harías si lo pedía en fe. Lo pido en el nombre de Jesús. Como una expresión de mi fe, te doy gracias ahora por llenarme con el Espíritu Santo y por tomar control de mi vida."
¿Expresa esta oración el deseo de su corazón? Si es así, incline su cabeza y pídale a Dios que lo llene con el Espíritu Santo ahora mismo.
Como saber que usted esta lleno (controlado y capacitado) por el Espíritu Santo
¿Le pidió a Dios que lo llenara con su Espíritu Santo? ¿Está usted lleno del Espíritu Santo ahora? ¿En qué basa su seguridad? (En la fidelidad de Dios mismo y Su Palabra Hebreos 11b; Romanos 14:22,23).
No dependa de sus sentimientos. Nuestra autoridad es la promesa de la Palabra de Dios y no nuestros sentimientos. El cristiano vive por fe, (confianza) en la fidelidad de Dios mismo y Su Palabra. El dibujo del tren nos ilustra la relación entre Dios y su (hecho), la fe (nuestra confianza en Dios y Su Palabra), y los sentimientos (el resultado de nuestra fe y obediencia) (San Juan 14:21).
El tren caminará con o sin furgón de cola. Sin embargo, sería inútil tratar de accionar el tren por el furgón de cola. De la misma manera, nosotros, como cristianos, no dependemos de nuestros sentimientos o emociones, sino que ponemos nuestra fe (confianza) en la fidelidad de Dios y las promesas de Su Palabra.
Como caminar en el Espíritu
La fe (confianza en Dios y Sus promesas) es la única forma por la cual el cristiano puede vivir una vida controlada por el Espíritu. Conforme usted continúa confiando en Cristo momento a momento:
1.Su vida mostrará cada vez más el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22.23), y será conformado más y más a la imagen de Cristo (Romanos 12:2; II Corintios 3:18).
2.La oración y el estudiar la Palabra de Dios tendrán más significado.
3.Usted experimentará Su poder al testificar (Hechos 1;8).
4.Estará usted preparado para el conflicto espiritual contra el mundo (I Juan 2:15-17); contra la carne (Gálatas S 16,17); y contra Satanás (I Pedro 5:7-9; Efesios 6:10-13).
5.Experimentará Su poder para resistir la tentación y el pecado -(I Corintios 10:13, Filipenses 4:13; Efesios 1:19-23; 6:10; II Timoteo 1:7; Romanos 6:1-16).
La Respiración Espiritual
Por fe usted puede seguir experimentando el amor y perdón de Dios, Si usted se da cuenta que, en algún área de su vida, (una actitud o una acción) está desagradando al Señor, aún cuando usted está caminando con El y deseando servirlo sinceramente, simplemente dé gracias a Dios que El ha perdonado sus pecados - pasados, presentes y futuros - sobre la base de la muerte de Cristo en la cruz. Por fe, aprópiese del amor y perdón de Dios y continúe teniendo comunión con El. Si usted vuelve a tomar el trono de su vida a causa del pecado - un acto definido de desobediencia - respire espiritualmente.
La Respiración Espiritual (exhalando lo impuro e inhalando lo puro) es ejercicio de fe, que le capacita a continuar experimentando el amor y perdón de Dios.
1.Exhale - Confiese su pecado - esté de acuerdo con Dios en cuanto a su pecado y déle gracias porque El lo ha perdonado, de acuerdo a I Juan 1:9 y Hebreos 10:1-25. La confesión implica arrepentimiento - un cambio de actitud y acción.
2.Inhale - Rinda el control de su vida a Cristo, y aprópiese (reciba) la llenura del Espíritu Santo por fe. Confíe en que ahora El le controla y capacita, de acuerdo a la orden de Efesios 5:18, y la promesa de I Juan 5:14,15.
¿Desea compartir su descubrimiento?
Si este folleto ha tenido significado para usted o le ha ayudado a conocer a Cristo personalmente, por favor regálelo o léalo a otra persona.
Millones de copias de este folleto han sido distribuidas en los principales idiomas alrededor del mundo. Como resultado, miles de cristianos han aprendido cómo experimentar el poder y control del Espíritu Santo momento a momento. A través de la vida abundante que Cristo promete y la cual ellos están ahora experimentando, han llegado a ser mas efectivos al compartir su fe en Cristo con otros.
La experiencia ha confirmado la validez del mandato de Cristo a los discípulos! de esperar hasta ser capacitados por el Espíritu Santo antes de ir al mundo a compartir las buenas nuevas de Su amor y perdón. La mayoría de los cristianos, cuando aprenden esta verdad respecto al Espíritu Santo, desean de todo corazón proclamar a Cristo y ayudar a cumplir la Gran Comisión en nuestra generación.
Para información acerca de una serie de estudios bíblicos y algunos materiales útiles para el crecimiento cristiano, por favor escriba a: Cruzada Estudiantil para Cristo, Inc. P.O. Box 593684, Orlando, Florida 32859-3684, USA.
Con el propósito de mantener la calidad de este folleto y proteger de cambios su contenido, no se puede reproducir parcial o totalmente este folleto sin autorización escrita de la New Life Publications, P.O. Box 593684, Orlando, FL 32859-3684, USA.
1. El Hombre Natural
(Aquél que no ha recibido a Cristo)
"El que no es espiritual no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son tonterías. No las puede entender, porque son cosas que tienen que juzgarse espiritualmente" (I Corintios 2:14).
2. El Hombre Espiritual
(Aquél que es controlado y capacitado por el Espíritu Santo)
"Pero la persona que tiene el Espíritu puede juzgar todas las cosas ..." (I Corintios 2:15).
3. El Hombre Carnal
(Aquel que ha recibido a Cristo pero que vive en derrota porque confía en sus propios esfuerzos para vivirla vida cristiana)
"Con todo, hermanos, no pude hablarles entonces como a gente guiada por el Espíritu, sino como a personas puramente humanas, como a niños en cuanto a las cosas de Cristo. Les di enseñanza sencilla, como a un niño de pecho se le da leche en vez de comida fuerte; porque ustedes todavía no podían digerir la comida fuerte. Pero ni siquiera pueden digerirla ahora porque todavía son puramente humanos. Mientras tienen envidias, discordias y divisiones, son puramente humanos y están haciendo lo que toda la gente hace" (I Corintios 3:1-3).
Los siguientes son cuatro principios para vivir una vida llena del Espíritu.
1. Dios ha provisto para nosotros vida llena y abundante.
Jesús dijo: "Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia" (San Juan 10:10)
"Yo soy la planta, y ustedes son las ramas. El que sigue unido a mi, y yo unido a mi, da mucho fruto; pues no pueden ustedes hacer nada sin mi" (San Juan 15:5)
"Pero lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio No hay ninguna ley en contra de cosas como éstas" (Gálatas 5:22,23)
"Pero al venir el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y saldrán para
hablar de mi, tanto en Jerusalén como en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas del mundo" (Hechos 1:8).
El Hombre Espiritual - Algunas características personales que resultan de confiar en Dios:
El grado en que estas características se manifiestan en la conducta está en proporción directa a confiarle al Señor cada detalle de la vida, y de la madurez en Cristo. Una persona que está empezando a entender el ministerio del Espíritu Santo, no debe desanimarse porque no muestra tanto fruto en su vida como los cristianos maduros que han conocido y experimentado esta verdad por largo tiempo.
¿Por qué la mayoría de los cristianos no están experimentando la vida en abundancia?
2. Los Cristianos carnales no pueden experimentar una vida llena y abundante
El hombre carnal confía en sus propios esfuerzos para vivir la vida cristiana:
1.Desconoce o ha olvidado el amor de Dios, su perdón y poder (Romanos 5 8-10; Hebreos 10:1-25; 1 Juan 1;2:1-3, II Pedro 1:9; Hechos 1:8).
2.Experimenta "altibajos".
3.Tiene dificultad para comprenderse a sí mismo; desea hacer lo bueno pero no puede.
4.No descansa en el poder del Espíritu Santo para vivir la vida cristiana.
(I Corintios 3:1-3; Romanos 7:15-24; 8:7, Gálatas 5:16-18).
El Hombre Carnal - Algunas o todas las siguientes fallas pueden caracterizar al cristiano que no confía plenamente en Dios:
(El Individuo que profesa ser cristiano pero que continúa practicando el pecado, debe darse cuenta que tal vez no sea cristiano en lo absoluto, de acuerdo a I Juan 2:3; 3:6-9; Efesios 5:5).
La tercera verdad nos da la única solución a este problema . . .
3. Jesucristo prometio vida llena y abundante como resultado de ser lleno (controlado y capacitado) por el Espíritu Santo.
La vida llena del Espíritu es la vida controlada por Cristo, en la cual El vive Su vida en y a través de nosotros en el poder del Espíritu Santo (San Juan 15).
1.De acuerdo a San Juan 3:1-8, uno llegó a ser cristiano por medio del ministerio del Espíritu Santo. Desde el momento del nacimiento espiritual, el cristiano es habitado por el Espíritu Santo en todo momento (San Juan 1:12; Colosenses 2:9,10; San Juan 14:16,17). Aunque todos los cristianos son habitados por el Espíritu Santo, no todos son llenos (controlados y capacitados) por el Espíritu Santo.
2.El Espíritu Santo es la fuente de la vida abundante (San Juan 7:37-39).
3.El Espíritu Santo vino a glorificar a Cristo (San Juan 16:1-15). Cuando una persona es llena del Espíritu Santo, también glorificará a Cristo.
4.En Su último mandato, el Señor Jesucristo prometió que el Espíritu Santo nos capacitaría para serle testigos con poder (Hechos 1:1-9).
Entonces, ¿cómo puede uno ser lleno del Espíritu Santo?
4. Somos llenos (controlados y capacitados) del Espíritu Santo por fe. Solo asi podemos experimentar la vida llena y abundante que Cristo prometio para cada Cristiano.
Usted puede apropiarse la llenura del Espíritu Santo, ahora mismo, si usted:
1.Desea sinceramente ser controlado y capacitado por el Espíritu Santo (San Mateo 5:6; San Juan 7:37-39).
2.Confiesa sus pecados. Por fe da gracias a Dios que El ha perdonado todos sus pecados - pasados, presentes y futuros- porque Cristo murió por usted (Colosenses 2:13-15; I Juan 1:2:1-3; Hechos 10:1-17).
3.Entrega cada aspecto de su vida a Dios (Romanos 12:1,2)
4.Por fe pide ser lleno del Espíritu Santo, de acuerdo a:
1.SU ORDEN - Sean llenos del Espíritu Santo."No se emborrachen, pues eso lleva a la perdición; al contrario, sean llenos del Espíritu Santo" (Efesios S:18).
2.SU PROMESA - Dios siempre responde cuando oramos conforme a Su voluntad. "Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, El nos oye. Y así como sabemos que Dios oye nuestras oraciones, también sabemos que ya tenemos lo que le hemos pedido" (I Juan 5: 14,15).
La fe puede ser expresada a través de la oración.
Como orar en fe para ser lleno del Espíritu Santo
Somos llenos del Espíritu Santo por fe solamente. La oración verdadera es una forma de expresar su fe. La siguiente oración se sugiere como guía:
"Padre mío, yo te necesito. Me doy cuenta que he estado controlando mi propia vida, y como resultado he pecado contra Ti. Te doy gracias que Tú has perdonado mis pecados porque Cristo murió en la cruz por mi. Ahora le pido a Cristo que tome nuevamente el control del trono de mi vida. Lléname con tu Espíritu Santo como me ordenaste que lo estuviera y como prometiste en tu Palabra que lo harías si lo pedía en fe. Lo pido en el nombre de Jesús. Como una expresión de mi fe, te doy gracias ahora por llenarme con el Espíritu Santo y por tomar control de mi vida."
¿Expresa esta oración el deseo de su corazón? Si es así, incline su cabeza y pídale a Dios que lo llene con el Espíritu Santo ahora mismo.
Como saber que usted esta lleno (controlado y capacitado) por el Espíritu Santo
¿Le pidió a Dios que lo llenara con su Espíritu Santo? ¿Está usted lleno del Espíritu Santo ahora? ¿En qué basa su seguridad? (En la fidelidad de Dios mismo y Su Palabra Hebreos 11b; Romanos 14:22,23).
No dependa de sus sentimientos. Nuestra autoridad es la promesa de la Palabra de Dios y no nuestros sentimientos. El cristiano vive por fe, (confianza) en la fidelidad de Dios mismo y Su Palabra. El dibujo del tren nos ilustra la relación entre Dios y su (hecho), la fe (nuestra confianza en Dios y Su Palabra), y los sentimientos (el resultado de nuestra fe y obediencia) (San Juan 14:21).
El tren caminará con o sin furgón de cola. Sin embargo, sería inútil tratar de accionar el tren por el furgón de cola. De la misma manera, nosotros, como cristianos, no dependemos de nuestros sentimientos o emociones, sino que ponemos nuestra fe (confianza) en la fidelidad de Dios y las promesas de Su Palabra.
Como caminar en el Espíritu
La fe (confianza en Dios y Sus promesas) es la única forma por la cual el cristiano puede vivir una vida controlada por el Espíritu. Conforme usted continúa confiando en Cristo momento a momento:
1.Su vida mostrará cada vez más el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22.23), y será conformado más y más a la imagen de Cristo (Romanos 12:2; II Corintios 3:18).
2.La oración y el estudiar la Palabra de Dios tendrán más significado.
3.Usted experimentará Su poder al testificar (Hechos 1;8).
4.Estará usted preparado para el conflicto espiritual contra el mundo (I Juan 2:15-17); contra la carne (Gálatas S 16,17); y contra Satanás (I Pedro 5:7-9; Efesios 6:10-13).
5.Experimentará Su poder para resistir la tentación y el pecado -(I Corintios 10:13, Filipenses 4:13; Efesios 1:19-23; 6:10; II Timoteo 1:7; Romanos 6:1-16).
La Respiración Espiritual
Por fe usted puede seguir experimentando el amor y perdón de Dios, Si usted se da cuenta que, en algún área de su vida, (una actitud o una acción) está desagradando al Señor, aún cuando usted está caminando con El y deseando servirlo sinceramente, simplemente dé gracias a Dios que El ha perdonado sus pecados - pasados, presentes y futuros - sobre la base de la muerte de Cristo en la cruz. Por fe, aprópiese del amor y perdón de Dios y continúe teniendo comunión con El. Si usted vuelve a tomar el trono de su vida a causa del pecado - un acto definido de desobediencia - respire espiritualmente.
La Respiración Espiritual (exhalando lo impuro e inhalando lo puro) es ejercicio de fe, que le capacita a continuar experimentando el amor y perdón de Dios.
1.Exhale - Confiese su pecado - esté de acuerdo con Dios en cuanto a su pecado y déle gracias porque El lo ha perdonado, de acuerdo a I Juan 1:9 y Hebreos 10:1-25. La confesión implica arrepentimiento - un cambio de actitud y acción.
2.Inhale - Rinda el control de su vida a Cristo, y aprópiese (reciba) la llenura del Espíritu Santo por fe. Confíe en que ahora El le controla y capacita, de acuerdo a la orden de Efesios 5:18, y la promesa de I Juan 5:14,15.
¿Desea compartir su descubrimiento?
Si este folleto ha tenido significado para usted o le ha ayudado a conocer a Cristo personalmente, por favor regálelo o léalo a otra persona.
Millones de copias de este folleto han sido distribuidas en los principales idiomas alrededor del mundo. Como resultado, miles de cristianos han aprendido cómo experimentar el poder y control del Espíritu Santo momento a momento. A través de la vida abundante que Cristo promete y la cual ellos están ahora experimentando, han llegado a ser mas efectivos al compartir su fe en Cristo con otros.
La experiencia ha confirmado la validez del mandato de Cristo a los discípulos! de esperar hasta ser capacitados por el Espíritu Santo antes de ir al mundo a compartir las buenas nuevas de Su amor y perdón. La mayoría de los cristianos, cuando aprenden esta verdad respecto al Espíritu Santo, desean de todo corazón proclamar a Cristo y ayudar a cumplir la Gran Comisión en nuestra generación.
Para información acerca de una serie de estudios bíblicos y algunos materiales útiles para el crecimiento cristiano, por favor escriba a: Cruzada Estudiantil para Cristo, Inc. P.O. Box 593684, Orlando, Florida 32859-3684, USA.
Con el propósito de mantener la calidad de este folleto y proteger de cambios su contenido, no se puede reproducir parcial o totalmente este folleto sin autorización escrita de la New Life Publications, P.O. Box 593684, Orlando, FL 32859-3684, USA.
jueves, 16 de agosto de 2012
BUENAS NOCHES JUNTO A JESUS SACRAMENTADO
ORACION DE LA NOCHE
¡Jesús amado! acaba el día; Gozoso dejo ya mi labor: Y antes que tome grato reposo postrado pido celeste don: Dame, Bien mío, tu bendición.
¡Amor Divino, Sacramentado! Siento al mirarte mi pecho arder: A tal Grandeza, la frente inclino; Te adoro, y juro tu esclavo ser.
¡Oh! sí pudiera yo sin descanso Pasar la noche juntó a tu altar, En las que siempre tan solitario, Por amor mío te veo estar! ...
Más ... ¡Tú me privas, de tanta dicha! Pues, compasivo te oigo decir: "Ve a tu reposo: Yo te bendigo: Sin penas duerme: Velo por ti"
¡Me voy! ... más antes, Dueño Adorado, Dejarte quiero mi corazón: Dentro del tuyo, tenlo guardado, Y allí se abrase por Ti, mi amor. "Muy buenas noches tengáis, Señor."
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ORACION DE LA NOCHE
¡Jesús amado! acaba el día; Gozoso dejo ya mi labor: Y antes que tome grato reposo postrado pido celeste don: Dame, Bien mío, tu bendición.
¡Amor Divino, Sacramentado! Siento al mirarte mi pecho arder: A tal Grandeza, la frente inclino; Te adoro, y juro tu esclavo ser.
¡Jesús amado! acaba el día; Gozoso dejo ya mi labor: Y antes que tome grato reposo postrado pido celeste don: Dame, Bien mío, tu bendición.
¡Amor Divino, Sacramentado! Siento al mirarte mi pecho arder: A tal Grandeza, la frente inclino; Te adoro, y juro tu esclavo ser.
¡Oh! sí pudiera yo sin descanso Pasar la noche juntó a tu altar, En las que siempre tan solitario, Por amor mío te veo estar! ...
Más ... ¡Tú me privas, de tanta dicha! Pues, compasivo te oigo decir: "Ve a tu reposo: Yo te bendigo: Sin penas duerme: Velo por ti"
¡Me voy! ... más antes, Dueño Adorado, Dejarte quiero mi corazón: Dentro del tuyo, tenlo guardado, Y allí se abrase por Ti, mi amor. "Muy buenas noches tengáis, Señor."
Más ... ¡Tú me privas, de tanta dicha! Pues, compasivo te oigo decir: "Ve a tu reposo: Yo te bendigo: Sin penas duerme: Velo por ti"
¡Me voy! ... más antes, Dueño Adorado, Dejarte quiero mi corazón: Dentro del tuyo, tenlo guardado, Y allí se abrase por Ti, mi amor. "Muy buenas noches tengáis, Señor."
"NO TE DIGO HASTA SIETE VECES, SINO HASTA SETENTA VECES SIETE"
Beato Juan Pablo II
Encíclica “Dives in misericordia”, § 14 (trad. copyright Libreria Editrice Vaticana)
“No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”
Cristo subraya con tanta insistencia la necesidad de perdonar a los demás que a Pedro, el cual le había preguntado cuántas veces debería perdonar al prójimo, le indicó la cifra simbólica de “setenta veces siete”, queriendo decir con ello que debería saber perdonar a todos y siempre.
Es obvio que una exigencia tan grande de perdonar no anula las objetivas exigencias de la justicia. La justicia rectamente entendida constituye por así decirlo la finalidad del perdón. En ningún paso del mensaje evangélico el perdón, y ni siquiera la misericordia como su fuente, significan indulgencia para con el mal, para con el escándalo, la injuria, el ultraje cometido... la reparación del mal o del escándalo, el resarcimiento por la injuria, la satisfacción del ultraje son condición del perdón.
Encíclica “Dives in misericordia”, § 14 (trad. copyright Libreria Editrice Vaticana)
“No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”
Cristo subraya con tanta insistencia la necesidad de perdonar a los demás que a Pedro, el cual le había preguntado cuántas veces debería perdonar al prójimo, le indicó la cifra simbólica de “setenta veces siete”, queriendo decir con ello que debería saber perdonar a todos y siempre.
Es obvio que una exigencia tan grande de perdonar no anula las objetivas exigencias de la justicia. La justicia rectamente entendida constituye por así decirlo la finalidad del perdón. En ningún paso del mensaje evangélico el perdón, y ni siquiera la misericordia como su fuente, significan indulgencia para con el mal, para con el escándalo, la injuria, el ultraje cometido... la reparación del mal o del escándalo, el resarcimiento por la injuria, la satisfacción del ultraje son condición del perdón.
Así pues la estructura fundamental de la justicia penetra siempre en el campo de la misericordia. Esta, sin embargo, tiene la fuerza de conferir a la justicia un contenido nuevo que se expresa de la manera más sencilla y plena en el perdón. Este en efecto manifiesta que, además del proceso... que es específico de la justicia, es necesario el amor, para que el hombre se corrobore como tal. El cumplimiento de las condiciones de la justicia es indispensable, sobre todo, a fin de que el amor pueda revelar el propio rostro. La Iglesia considera justamente como propio deber, como finalidad de la propia misión, custodiar la autenticidad del perdón.
lunes, 6 de agosto de 2012
HOJAS EN ALAS DEL VIENTO
"EL JOVEN DE CARACTER"
Obstáculo grande para la formación del carácter es la vida agitada, la marcha desenfrenada y los millares y millares de estímulos que nos brinda la época actual; todo lo cual no favorece por cierto a la tranquila formación del carácter. Feliz el joven que, aun hoy día, puede consagrar largos ratos al cultivo de su desarrollo espiritual y cada noche, durante un rezo, encuentra la ocasión de bajar algunos momentos al fondo de su conciencia y descubrir si en su alma de cristal cuidadosamente guardada, se han aglomerado o no moléculas nocivas, polvo de pecado, o quizás piedras, si no ya rocas. Quien va con la corriente un día y otro día, sin cuidado, sin preocupación, no llegará a conocerse nunca.
¡Qué estado más digno de compasión! Son innumerables los estudiantes de hoy que conocen las regiones de Alaska y saben recitar sin una falta los ríos que desembocan en el Yang-Tse-Kiang. Sin embargo, ¡no conocen su propia alma! Porque si la conocieran, se espantarían de la selva tupida que forman la hiedra y la enredadera chupando la savia vital, y por donde corren en tropel las fieras sanguinarias de las pasiones sin freno, fieras que llegan a destrozar en sus inicios la vida que se despliega.
Estos jóvenes no serán independientes ni siquiera en la edad madura, sino que las olas de bajos intereses materiales, de miramientos humanos y de violentas pasiones, los estrellarán contra las rocas de la vileza, como el viento cortante de invierno, remueve los millares y millares de hojas de los árboles, muertas, secas, caídas. ¡Hojas en alas de viento! ¡Pobres almas!
Estos jóvenes, ya hombres, serán como trozos de madera que, arrojados al impetuoso río, son arrastrados por la corriente del agua, sin saber a dónde ni por qué.
Serán como corderos que a centenares corren, sin tino ni concierto, detrás de su guía que lleva el cencerro.
Serán como veleta en la cúspide de la torre, volviéndose acá, girando allá, sin saber cuáles son los vientos que los muevan. ¡Hojas en las alas del viento! ¡Pobres almas!
(Mons. Tihamér Tóth, “El Joven de Carácter”, Nueva Edición, 2009)
Obstáculo grande para la formación del carácter es la vida agitada, la marcha desenfrenada y los millares y millares de estímulos que nos brinda la época actual; todo lo cual no favorece por cierto a la tranquila formación del carácter. Feliz el joven que, aun hoy día, puede consagrar largos ratos al cultivo de su desarrollo espiritual y cada noche, durante un rezo, encuentra la ocasión de bajar algunos momentos al fondo de su conciencia y descubrir si en su alma de cristal cuidadosamente guardada, se han aglomerado o no moléculas nocivas, polvo de pecado, o quizás piedras, si no ya rocas. Quien va con la corriente un día y otro día, sin cuidado, sin preocupación, no llegará a conocerse nunca.
¡Qué estado más digno de compasión! Son innumerables los estudiantes de hoy que conocen las regiones de Alaska y saben recitar sin una falta los ríos que desembocan en el Yang-Tse-Kiang. Sin embargo, ¡no conocen su propia alma! Porque si la conocieran, se espantarían de la selva tupida que forman la hiedra y la enredadera chupando la savia vital, y por donde corren en tropel las fieras sanguinarias de las pasiones sin freno, fieras que llegan a destrozar en sus inicios la vida que se despliega.
Estos jóvenes no serán independientes ni siquiera en la edad madura, sino que las olas de bajos intereses materiales, de miramientos humanos y de violentas pasiones, los estrellarán contra las rocas de la vileza, como el viento cortante de invierno, remueve los millares y millares de hojas de los árboles, muertas, secas, caídas. ¡Hojas en alas de viento! ¡Pobres almas!
Estos jóvenes, ya hombres, serán como trozos de madera que, arrojados al impetuoso río, son arrastrados por la corriente del agua, sin saber a dónde ni por qué.
Serán como corderos que a centenares corren, sin tino ni concierto, detrás de su guía que lleva el cencerro.
Serán como veleta en la cúspide de la torre, volviéndose acá, girando allá, sin saber cuáles son los vientos que los muevan. ¡Hojas en las alas del viento! ¡Pobres almas!
(Mons. Tihamér Tóth, “El Joven de Carácter”, Nueva Edición, 2009)
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